No mires para abajo
No me mires elevando tu mentón
No me hundas con el peso de tu mirada
Sólo mírame a los ojos
Para aprender a hacer el amor como Dios manda
Cual Ave Fénix, este templo de Artemisa resurge de sus cenizas, así me siento, ser mi propio Aladino, y a través de los sentimientos, las sensaciones, la sensualidad, el erotismo... la fantasía, LA VIDA, hacer realidad mis “tres” deseos. (¿cuáles? conóceme )
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