martes, 17 de febrero de 2009

Espejo, espejito mágico





Y erigiré un templo a los sueños – Joseph Joubert



Y que importa tropezar tres, cuatro veces si el amor te levanta, te redime – M. Benedetti



Espejo, espejito mágico



Soy Templo, no soy buena hablando de mí, qué decir, tan sólo o sobretodo soy yo, Templo, soy lo que siento aunque no siempre soy lo que represento.



Y como de nuevo no estás, inútil, ausente como un móvil sin batería, mudo en el bolsillo interior de mi bolso colgado , satélite despistado en otras órbitas o quizás demasiado lejos, me asomo a ti, espejo, espejito mágico buscando las respuestas.



Espejo de madera de Mogano, estrecho, y largo, inclinado sobre su trípode pareces vencerte queriendo recogerme en tu aspa de molino, larguirucho espectador de mis desmanes, no busco en ti al chivato de la reina malvada, tan solo quiero verme, verme como me ves tú, objeto de tu deseo, cuerpo que crees sin alma, y me abro a ti, apartando así por un instante la oscuridad que hace el contrapunto del dolor más evidente, claro oscuro donde mis ojos reflejan la horas de vigilia, del pensar como estarás, de la tragedia del no olvidar, de la añoranza que me tiene herida y la felicidad estéril de rebozarse en los despojos de lo que pudo ser, accidente o destino.



Y vencidas mis rodillas sobre el suave tacto del parquet mantengo el equilibrio de la compostura, como Alicia busco a través de mi espejo, quiero encontrarme al otro lado donde todo es igual pero todo va en la dirección contraria, mi universo inverso en donde mi caballero Blanco calzará su pie derecho en mi zapato izquierdo.



Ya no busco el mundo de la fantasía sino el de la realidad alterada y es por eso que te creo adivinar al otro lado, oigo mi nombre en tu boca, no me tocas pero siento como mi piel se eriza al paso de tus pupilas y una gota brota de mi sexo excitado como higo recién cortado del árbol e imagino que lo hacemos de pie, como a mí me gusta, contra ti mi culo golpea tu frío cristal y me retuerzo buscando tus ojos, pero sólo encuentro un espejo sin reflejo, una imagen casi difusa, vampirizada por ti, sin apenas el derecho a la fatua alegoría , vana fantasía, ni siquiera veo las máscaras de siempre que a veces dicen más de nosotros que nuestros rostros.



Escúchame tú, tras el espejo ,no soy quien para dar consejos, ya me ves, aquí estoy también, frente a ti, embadurna tu cuerpo de salmuera y aunque duela, encájate una sonrisa y vuela, the show must go on, los cuentos de hadas crecerán pero nunca mueren.



Y recuerda, siempre podrás volar más ahora The show must go on !!!








No hay comentarios: