
Como una Madame Tourvel del siglo XXI ante mi particular Vizconde de Valmont hoy no quiero reprimir ser yo la que diga “No puedo evitarlo” y encamine mis pasos hacia su juego de placer y alivio inmediato, enmascarando de normalidad la felicidad efímera, el consuelo, el calor tibio de las Amistades Peligrosas.
Fotografía de Pawel Sujecki
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