Inauguro mi templo con el micro relato con el que he participé en mi primer concurso de literatura erótica.

Hace días que no estás, mi piel sabia es el mejor ábaco. Mis pechos aun se alzan buscando tu boca, tu mano exploradora es atrapada por el mundo G, tus dedos con la medida justa, parecen hechos para él. Tu verga, ancha, remolona, dubitativa, quizás inmersa todavía en el recuerdo de otras grutas, de otros modos, se hace esperar, la ayudo, me excita oír tu respiración, aunque seas parco en sonidos, sentir como mi lengua vence tu cansancio y tus pensamientos quien sabe dónde y salir triunfadora con su presa plena. Hoy me siento salvaje, me alzo sobre ti, presento mi batalla pero quiero ser vencida, hinco manos y rodillas esperando que me abraces por detrás , tus manos en mis pechos que se mecen en un vaivén delicioso, buscas mi ano con dedo atrevido, mis defensas son pocas y anhelante te recibo, chorreando de sudor y flujos me retuerzo buscando tu boca mientras seguimos nuestro baile, mis manos en un intento de unirte más a mí te abrazan en posición imposible, embistes una y otra vez y yo incapaz de controlar mi cuerpo me contraigo con gesto casi grotesco cuando te siento en mí. Aprietas mi mano sin palabras pero siento que lo dices todo.