lunes, 20 de octubre de 2008

A la memoria de un periodista creativo




Versión semi-extendida de mi microrelato



No hace falta mirar el calendario para contar cuantos días hace ya que no estás, mi piel sabia es el mejor ábaco. No me permito todavía buscarte un sustituto por lo que sólo me queda rememorar y agotar las pilas de quien tú sabes.


De fondo, música de feng-shui, me gusta verme, apago la luz y enciendo los restos de una vela verde, hoy voy a agotarla, ya pronto será otra, cada vela es un nombre. Mis sabanas chocolate que tanto me gustan y yo casi desnuda, mis pechos te echan de menos, todavía tienen memoria y son capaces de alzarse buscando tu boca, succionadora, besadora, chupadora ¡qué placer, sólo así podría correrme!, tus manos recorren mi vientre, ¡sigue! y tu boca sube a mi cuello, la piel se eriza, agradecida, como lo hace ante Puccini, ante Satie, ante lo que es capaz de emocionarla.
Tu mano sube y baja, sube y baja, sube y baja ahh! y finalmente se queda atrapada en el desconocido mundo G, mi amiga exploradora sigue su camino, tus dedos con la medida justa, parecen hechos para mi vagina, ¡me estás matando!



Tu verga, ancha, remolona, dubitativa, quizás inmersa todavía en el recuerdo de otras grutas, de otros modos, cabeceante se hace esperar, la ayudo, te pregunto ¿qué quieres? un fellatio, contestas, ¿te gusta? indagas ¿me gusta si te gusta a ti? me excita darte placer, me excita oír tu respiración, tu aprobación, tu reprobación aunque eres parco en sonidos, me excita sentir como mi lengua vence tu cansancio, tu stress y tus pensamientos quien sabe dónde y se alza triunfadora con su presa plena.



Ahora es tu momento , inicias un misionero, pero no amigo, hoy me siento salvaje, me alzo sobre ti, presento mi batalla pero quiero ser vencida, sometida, froto mi clítoris sobre tu cadera con un movimiento lento, candente, ¡benditos huesos! , me doy la vuelta e hinco manos y rodillas esperando que me abraces por detrás , tus manos buscan mis pechos que se mecen adelante y atrás en un vaivén delicioso, buscas mi ano y lo estimulas con tu dedo atrevido, mis defensas son pocas y anhelante te recibo, sigue!, sigue!, sigue! chorreando de sudor y flujos me retuerzo buscando tu boca mientras seguimos nuestro baile, tus manos recorren una y otra vez el camino entre mi pecho y mi vulva, mi clítoris palpita y mis manos en un intento de unirte más a mí abrazan tu cintura, tus glúteos, tus piernas, en una posición imposible, embistes una y otra vez y yo incapaz de controlar mi cuerpo me contraigo con gesto casi grotesco cuando siento tu semen dentro de mí. Aprietas mi mano sin palabras pero en ese momento siento que lo dices todo.

Artemisa

No hay comentarios: