“Buscando lo que no se encuentra, se encuentra lo que no se busca". En estos momentos de mi vida en lo que todo invita a buscarme en mi interior, pensé tal vez encontrarme reflejado en un espejo ajeno,fuera de mí.
Sólo me ha pasado una vez, conocerte y sentir que eres tú.
Eres portugués y vives en un avión entre Barcelona y Lisboa y yo estoy ahí, encajando como puedo en una agenda imposible pero que disfruto cada minuto y cada ausencia, aún recuerdo tu foto en el baño de tu empresa cuando recibiste mi mensaje de buenos días, ese día me tuve que frenar para no coger un avión y presentarme allí, tirarte en tu mesa, objeto de tantas fantasías y dejar boquiabierto al señor cónsul . Me maté a pajas positivas como recomienda Albert Espinosa, que traen suerte si las haces pensando en alguien , ese día fuiste el hombre más afortunado, yo también sentí tus buenos deseos.
Es Mayo, voy rumbo a Barcelona, esta vez en tren, aprovecho las muchas horas para preparar un proyecto, tú me esperas en Sants, suena el móvil, estás fuera del centro, en una reunión y no llegarás a tiempo para recogerme, quedamos a las 21,00h, qué novedad! no me molesta, pero sigo mi camino, no me encierro esperándote, me pierdo en las calles de esta ciudad que tanto siento quizás porque la asocio a momentos vividos.
Son las 20:45h y me llamas presuroso porque no estoy, me quieres ya pero yo quiero alargar la espera, quedamos en el restaurante al lado de tu casa testigo de nuestros encuentros. Te veo de lejos, me esperas en la calle andando arriba y abajo, con tus gafas, con tu traje gris, esa corbata azul celeste que pronto te arrancaré y ya me siento mojada, me tuerces el gesto, paseando ? si, me río y tu acabas haciéndolo también, me gusta cuando me haces esperar! me dices mientras me besas, pero de verdad tienes hambre? Muuucha, cenamos con cava, ya un clásico entre nosotros, y pronto quieres pedir la cuenta, pero yo me siento perversa, quiero seguir viendo tus ojos negros que me fulminan y me desean en una mezcla de sentimientos y me pido un postre que te propongo compartir, casi me arrastras a la salida , la casa está muy cerca y en el ascensor nuestras manos no se tocan pero las miradas son lenguas, en la puerta me paro un segundo para obligar a que nuestros cuerpos choquen un instante y tu suspiro me excita, el hombre se estimula con la vista y la mujer por el oído, te dije en una ocasión y empieza el juego, con tus besos, nadie me ha besado como tú, recorres mi boca, nuestras lenguas se saludan , se reconocen, aspiras, siempre te ha gustado mi perfume.
Y descubro que yo estoy más ansiosa que tú, mientras tú sigues en mi cuello, mis manos ya exploran bajo tu camisa, pero que rico estás!, me gusta tu cuerpo, busco tus pezones con la mano y me enredo con tu vello corto, tu acaricias, ahora sí, mi pecho por encima de mi camisa negra, te recreas, es tu venganza, yo ataco tu corbata con poco éxito, pobrecito, casi te ahogo, te la tienes que quitar tú, me separo de ti y me siento a quitarme las botas, que me matan pero que me he puesto en tu honor, te acercas por detrás, y mi piel que te intuye se eriza, qué gusto!, me arrancas la camisa mientras sigo en mi tarea y me desabrochas el sujetador, pero no lo dejo caer, quiero que veas mis pechos mientras se van descubriendo, sé que eso te vuelve loco, me doy la vuelta y me acerco de nuevo a ti, dios! tu mirada me enloquece, mi piel está rendida a esos ojos oscuros . Manos , lengua y labios se turnan y pelean por estimularlos, mañana tendré algún que otro morado, no siempre controlas tu pasión pero como me gusta tu ansia.
Yo sigo de pie con mi vaquero y mi cinturón que sacas despacio, muy despacio, niño malo, tú con tus Calvin negros, no sé a dónde ha ido parar tu pantalón, con lo cuidadoso que tu eres. Aprietas mi culo contra ti, y ahí está mi amigo, me lo bajas despacio mientras me inclinas sobre tu cama, me dejas las bragas puestas, te gusta quitármelas mientras alzo mis piernas y te voy mostrando mi coño recién depilado para ti, el señor Klein sale volando, tú ya estás listo, no sé cómo vas a aguantar!, pero ya conozco tu control y me harás disfrutas mucho, mucho, mucho, mi Superman como te llamo cariñosa, yo soy tu criptonita, qué poco originales somos!!
Te postras ante mi clítoris, adorándolo, tu lengua se decide por fin a ofrecer su tributo, hundo mis dedos en tu pelo, dudando entre acercarte más a mí o parar este tormento, las sensaciones son tantas que hacen daño, apoyo mis pies en tus hombros cuando ya no puedo más y reímos felices de disfrutar nuestros momentos una vez más luchando contra el tiempo o las carencias.
No quiero ser maleducada y decido saludar a tu amigo, un lametazo lo coge por sorpresa, pero él cortés me hace una ligera inclinación y otra y otra ya descontrolado, como me gusta verte tan excitado, me siento poderosa, suavemente tu mano me dice lo que quiere, hambrienta, caníbal, te engullo, paso mi lengua en círculos rápidos por tu glande, quiero provocarte y tu quejoso me pides sin palabras que pare, sigues en tu lucha.
Tu atención se concentra ahora en mi culo, tu lengua se va acercando cada vez más demandante hasta poder hundirse en mí, uff, me vas preparando para recibir tu polla y allí está por fin, la metes un poquito y esperas, me pides que me ponga sobre ti y me dejas hacer, despacito, me recuesto mimosa sobre ti, quiero devolverte todo el placer que tú me haces sentir, me preguntas, quieres dejarte ir dentro de mí.
Me tienes tan mal acostumbrada que sé que no todo acaba ahí, y antes de pedirte más, ya estás sobre mí, mis piernas te atrapan y tu boca sustituye a tus manos que te sujetan, esa boca que conoce cada huella, cada imperfección, cada trazo que el tiempo ha dejado en mi piel. Me retuerzo, mi cuello se destapa, se expone como yo lo hago contigo. ¡Qué guapa ....¡ con esa media voz que me enloquece, me esperas, me enternece tu complicidad, tu deseo de sentirnos también unidos en nuestro momento... Ahora eres mi espejo, mi otro yo, pero sé que mañana serás mi espejismo.
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